La teoría del yin y el yang
Nace como todo el pensamiento tradicional chino de la observación del universo, si se mantienen en equilibrio nuestra salud tanto física, mental o emocional se mantendrá fuerte.
Esta teoría junto con la de los cinco elementos, (madera, fuego, tierra, metal, agua), constituye la base de la medicina tradicional china. Es un concepto difícil de explicar o mejor dicho, difícil de asimilar para aquellas personas que no están familiarizadas con el pensamiento oriental o con el mundo de la energía, pero una vez entendido penetra fácilmente en nuestra forma de ver las cosas.
La teoría del yin y el yang es uno de los principios fundamentales del taoísmo o daoísmo, una filosófia de origen chino, cuyas raíces se pueden rastrear hasta el siglo IV a. C.
Estos dos principios, el yin y el yang, tienen características opuestas y siempre están presentes para formar una unidad. La proporción de cada uno es lo que definirá la naturaleza de dicha unidad, pero siempre están los dos presentes, no puede ser que uno falte.
El ying y el yang no son materia, no son substancias, son una manera de entender y clasificar las cosas que nos rodean. El ying y el yang simplemente son ideas, adjetivos, conceptos que lo clasifican todo en dos grupos según las características en común.
Sus términos significan “oscuro” (yin) y “brillante” (yang), ya que expresan la dualidad que rige las fuerzas elementales del universo, que se oponen y complementan entre sí. Comúnmente se representa con el taijitu, un emblema tradicional circular de dos colores: blanco y negro.
De acuerdo con esta filosofía, las fuerzas opuestas se complementan, otorgándole balance:
El yin representa la oscuridad, la tierra, lo femenino, el norte, la izquierda, lo frío, lo húmedo, la pasividad y la absorción.
El yang representa la luz, el cielo, lo masculino, el sur, la derecha, lo caliente, lo seco, la actividad y la penetración.
Semejante dualidad universal es, de acuerdo con la filosofía del Tao, el principio generador de todas las cosas.
Principio del yin-yang
El principio del yin-yang puede explicarse en las siguientes proposiciones:
Yin y Yang son opuestos y complementarios, es decir, que absolutamente todo en el universo posee un opuesto que lo complementa, que le otorga su razón de ser y lo delimita, sin que por ello se traten de nociones “puras”: hay un poco de yin en todo yang y viceversa.
Yin y Yang son interdependientes, o sea, no pueden existir el uno sin el otro, de la misma manera en que no puede haber día sin noche.
Yin y Yang están dentro de todo, o lo que es lo mismo, absolutamente todo en el universo puede dividirse en sus aspectos yin y sus aspectos yang; pero, al mismo tiempo, cualquiera de esos aspectos puede, también, ser dividido en sus propios aspectos yin y yang, y así hasta el infinito.
Yin y Yang se consumen y generan continuamente, es decir, se encuentran en el origen de todas las cosas, formando un equilibrio dinámico: si uno aumenta, el otro disminuye, y viceversa, de modo tal que aquello que percibimos como “desequilibrio” no es sino circunstancial y pasajero.
Yin y Yang pueden intercambiarse, esto es, pueden convertirse el uno en el otro, dado que existe yang en todo yin y existe yin en todo yang. Siempre existe un resto de uno en el otro.
El concepto del yin-yang puede aplicarse conceptualmente a numerosas áreas del saber humano, como una perspectiva para entender las cosas en base a las dualidades que les son propias y que las constituyen. Así, es común hallarlo en:
La Medicina Tradicional China, que entiende la enfermedad como un desbalance entre yin y yang que puede remediarse restaurando el equilibrio. Así, por ejemplo, las afecciones vinculadas con lo yin se tratarán con alimentos asociados a lo yang.
Se aplica también a la doctrina de las artes marciales, Tai chi, Qi Gong, que comprenden el choque de los cuerpos durante el combate como una danza de opuestos cuyas energías son también complementarias.
Puede emplearse para pensar las relaciones humanas, hasta cierto punto, siempre que se busque con ello una complementariedad y una reciprocidad entre opuestos o entre personalidades distintas, que permitan alcanzar el equilibrio amoroso.
El yin y yang en la relaciones de parejas
· En las relaciones de parejas, cuando la mujer es la que más aporta y la que más da, el hombre crea una rabia subjetiva en su mente subconsciente, porque siente que la mujer ocupa su lugar, cuando la mujer desarrolla su energía masculina más de lo normal sin ser consciente anula la parte masculina de su pareja y este se debilita.
· Esto es debido a que un masculino poderoso, siente anula su masculinidad en pareja, una mujer muy exitosa suele bloquear al hombre y al hombre no le fluye el trabajo, no le fluye su vida, no se siente feliz en el entorno, en el fondo sabe que no esta bien, pero no llega a comprender el porque a veces incluso teniendo todo en su vida, le falta algo, el hombre cada vez tiene mas yin, es mas femenino y protege en exceso su hogar, a su pareja, se dedica mas al cuidado, se hace mas emocional, invierte su polaridad que no esta nada mal, porque de ahí saldrá de nuevo su fuego y su lucha, pero tendrá que aprender a soltar y sentirse libre para comenzar su nuevo camino.
· Que ocurre cuando la parte femenina es mas fuerte, tiene un trabajo mejor, trae más economía a casa, se siente empoderada, es resolutiva, ella piensa que cuando tiene ese poder de masculinidad, el hombre la va amar más que nunca, porque se siente seguro, pero realmente el hombre suele sentirse inferior.
· Porque la energía vital, el equilibrio natural no continua con las leyes establecidas por el yin y yang, esta teoría del yin y yang afirma que todo lo que existe en el universo es yin o yang, siendo dos opuestos que al mismo tiempo se complementan, ya que no podría existir el uno sin el otro según la ley de dependencia cuando el yang y el yin se separan aparece el fin.
· Continuando con la fuerza femenina, ¿que ocurre cuando la mujer es muy masculina?
· Si observamos el entorno nos daremos cuenta de ello, lo que ocurre que el hombre termina buscando una mujer que sea más femenina, menos poderosa, el hombre necesita mostrar que el es el guerrero, el cazador, el masculino de un modo u otro en su naturaleza es competitivo, tiene que discutir, demostrar su hombría, su función por naturaleza no es hacer el amor, es la supervivencia de correr tras el mamut, sin pensar en los peligros, solo tiene que traer el alimento a casa y mostrar su fuerza.
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